Estas notas fueron elaboradas tomando como base la traducción de un trabajo publicado en “The New York State Journal of Medicine” denominado “Como matar una Asociación” y adaptado a las circunstancias que rodean la actividad coral por Néstor O. Pérez de Vargas, en el mes de noviembre de 1986.
- No concurra usted a los ensayos o conciertos. Si concurre, llegue tarde.
- Si el tiempo está malo, tampoco vaya. Si tiene algún otro compromiso, dele prioridad al mismo antes que al ensayo del coro o al concierto programado.
- Si asiste usted a los ensayos, encuentre fallas al Director y a sus ayudantes de dirección o preparador vocal.
- Nunca acepte realizar una gestión porque es más fácil criticar que hacer las cosas.
- A pesar de todos, póngase usted molesto si no lo nombran para alguna comisión, pero si usted es nombrado, no asista a las reuniones de la misma.
- Si el director le pide a usted que de su opinión sobre un determinado asunto, dígale que no tiene nada que decir. Después del ensayo o concierto, diga usted a todos los integrantes del coro como deberían hacerse las cosas para que el coro funcione maravillosamente bien.
- No haga usted por el coro más de lo absolutamente necesario; pero cuando los demás integrantes del coro pongan su empeño y voluntad para trabajar desinteresadamente y usen su tiempo y su capacidad para que las cosas caminen bien, entonces grite usted a los cuatro vientos que el coro está dominado por una camarilla.
- Atrásese en el pago de las cuotas, tanto como sea posible o mejor, no las pague.
- No se moleste en conseguir nuevos integrantes para el coro. Deje que el director artístico lo haga.
- Cuando se organicen reuniones, conciertos, giras o algún festival, diga usted a todo el mundo que está gastando tiempo y dinero en hacer tonterías; que la actividad coral está muerta. Que no va a tener éxito y que se va a hacer mucho ruido sin conseguir nada.
- No solicite usted entradas para el concierto o festival para distribuirlas entre sus amistades hasta que estén todas vendidas. Entonces, grite usted que las suyas las han olvidado. Si consigue usted alguna entrada, no la pague.
- Charle durante todo el ensayo o concierto con su vecino de cuerda. Aproveche el tiempo para respirar entre corchea y corchea, para echarse un parrafito y comentar los últimos chismeríos del coro.
- Fume. Fume mucho antes y después de un ensayo o de un concierto. Si puede, hágalo también en el intervalo. Si le queda tiempo, hágalo también entre un “motete” y un “negro spíritual”.
- No marque jamás con lápiz las indicaciones u observaciones que el director artístico señale realizar en una partitura.
- Olvídese siempre que pueda, la carpeta con partituras. No lleve el uniforme de concierto. No lo lave, trate que esté bien sucio y arrugado.
- No se esfuerce por cantar. Si le piden “pianísimo”, enmudezca. Si le piden “piano”, susurre. Si le piden “mezzoforte”, cante piano, pero si le piden “forte” o “fortíssimo”, no cante por estar disfónico.
- Cuando esté por comenzar un concierto y estén todos listos y atentos, tire las partituras al suelo, estornude y luego tosa enérgicamente.
- Antes de empezar a cantar, si el coro ya está en el escenario, salude a todos los parientes y amigos que se hallan entre el público asistente en la sala.
- Cuando el director artístico de por terminada una obra, mantenga usted la última nota para demostrar sus extraordinarias dotes de solista. Desafine. Equivóquese. No siga las indicaciones del maestro. Compórtese torpemente. El canto coral se lo agradecerá de todo corazón.
En resúmen
Si tu objetivo es destruir un coro, sigue estas recomendaciones.
Sin embargo, si deseas que el coro prospere, haz exactamente lo contrario.
Nota
Este texto es una sátira que exagera comportamientos negativos para resaltar la importancia de la colaboración, el respeto y el compromiso en un coro.