Himno
Letra: Henry F. Lyte
Música: Willam H. Monk
Traducción:
Quédate conmigo; rápido cae el atardecer; la oscuridad más profunda, Señor, conmigo permanece. Cuando otros ayudantes fallan y no huyen, ayuda a los desamparados, oh, quédate conmigo.
Rápido a su fin recede el día pequeño de la vida; las alegrías de la tierra los oscurece, sus glorias pasan, el cambio y la decadencia es todo lo que veo, oh tú que no cambias, quédate conmigo.
Necesito tu presencia cada hora que pasa. Pero, ¿la gracia puede frustrar el poder del tentador? Quién, como tú, mi guía y apoyo puede ser? A través de nubes y el sol, Señor, quédate conmigo.
Me temo que no hay enemigo, contigo en la mano para bendecir; los malos no tienen peso, y las lágrimas no son amargas. ¿Dónde está la punzada de la muerte? ¿Dónde, tumba, está la victoria? Triunfo aún, sí te quedas conmigo.
Mantén tu cruz antes de cerrar mis ojos, brilla a través de la oscuridad y señálame a los cielos. La mañana del cielo se quiebra, y las sombras vanas de la tierra huyen, en la vida, en la muerte, Oh Señor, quédate conmigo.